Hacemos un llamado a las feministas para que se unan a la causa de la justicia climática y para que el movimiento climático considere el impacto desproporcionado y diferenciado que el cambio climático ya está ejerciendo sobre las mujeres en todo el mundo, en particular las mujeres de color y las de comunidades subrepresentadas. Nadie debe temer por su salud reproductiva y seguridad personal frente a la crisis climática y la contaminación desenfrenada debido a su identidad, particularmente cuando estos problemas ambientales no han sido su responsabilidad.

